La elección de la piedra para esta escultura no es casualidad. La belleza atemporal y la pureza intrínseca del mármol de Carrara resaltan la elegancia de la obra, creando una estética equilibrada y armoniosa. La suavidad y la riqueza de los tonos blancos y grises del mármol se unen al color plateado para resaltar una fisura presente en el bloque de mármol original, La imperfección se convierte en belleza, ya que muestra el esfuerzo y la dedicación del artista para trabajar con un material difícil y lograr un optimo resultado final . técnica japonesa implementada que da el mismo nombre a la obra, El diseño curvilíneo y fluido del cordon de mármol agrega una sensación de movimiento y dinamismo a la obra.
Al subir y bajar de forma amorfa, el cordon pareciera tener vida propia, dando la impresión de que la escultura está en constante evolución. Además, los 5 puntos de contacto entre el cordon y la tabla y el suelo ofrecen una interesante interacción entre los materiales y las superficies, invitando al espectador a explorar la obra desde diferentes perspectivas.